Hablar de ética, razón y ciencia no podemos hacerlo por separado ya que la suma de las dos primeras nos conduce a un conocimiento pleno de la realidad que nos rodea, llevándonos a la parte científica del quehacer cotidiano en el enigma del universo en el que vivimos.
Fernando Savater en su artículo “La Actitud Racional tiene un Fondo Moral….” , rememora a Einsten en el momento que aseveró que el verdadero enigma del universo es su carácter en parte racional, asegurando al mismo tiempo que la razón es nuestro destino y todas las culturas tienen una base racional.
Vale la pena destacar que los estudiosos de las ciencias han determinado que la razón es lo más humilde y modesto del mundo, y que se pasa la vida haciendo pruebas, contrapuestos y verificaciones en busca de los nuevos conocimientos en las diversas ramas áreas de la ciencia; mientras que ésta se encuentra convencida que se puede equivocar y permanente realiza pruebas creados nuevas experiencias y ratificando los viejos descubrimientos.
Al unir estas tres acepciones como ciencia, ética y razón, obtenemos un todo que nos involucra en el mágico universo de la investigación y experimentación; por lo que podemos definir cada una de ellas diciendo que la ética es una forma de realismo, la razón es nuestro destino como seres humanos, y la ciencia tiene carácter humilde, además que está plenamente convencida que en algunas oportunidades puede equivocarse; por lo que mantiene un ciclo de experimentación y verificación de nuevas experiencias.
La visión moral del mundo a través de la ética es una visión racionalista consciente en darse cuenta de la realidad de nosotros, busca la simplificación de la existencia puesto que nuestra realidad está sustentada en la de otros; así mismo la razón nos permite descubrir la realidad y la ciencia en su carácter ambiguo es un poder benéfico y al mismo tiempo un poder al que todos los seres humanos tememos.
Concienzudamente podríamos afirmar que el realismo racional nos ayuda a comunicarnos y hermanarnos con la realidad pretendiendo que la razón es lo más humilde y modesto del mundo, donde hoy la ciencia es buena y decimos que es buena por su característica racional dentro del cual experimenta, discute, saca conclusiones lógicas, verifica, nunca da nada por absoluto y se manifiesta sólo suficientemente segura mientras se busca otra realidad más fuerte.
El comprender el mundo en su realidad es también comprender el mundo moralmente, ya que el racionalismo es prudente y está convencido que nuestra realidad no es el conocimiento pleno y directo de las cosas; sino un acercarnos fragmentaria y tentativamente a la verdad después de muchos rodeos, equívocos y errores. Para esto debemos tener en cuenta que la ciencia razonable es aquella que comprende lo que se hace inteligible, comprensible, practicable y utilizable a través de lo que hay.
La razón debe delimitar la verdad entre unos aspectos y otros de acuerdo con los criterios de disentir de cada grupo de seres humanos que estén inmiscuidos dentro de una investigación, donde lo ético es que lo racional sea completamente razonable, aunque pudiese parecer un macabro juego de palabras.
No podemos dejar de lado la relación que existe entre la ética, la ciencia y la filosofía, donde podríamos decir que forman un triángulo perfecto, pues la filosofía no brinda soluciones a los problemas de nuestra vida cotidiana, sino que por el contrario brinda respuestas a problemas que no se cancelan, sino que siguen abiertos quizás por la ausencia de la razón que constantemente salta de un campo de verdad a otro distinto; destacando que lo bueno de la razón es que distintos seres humanos pueden llegar a las mismas conclusiones que otros, pues nadie tiene el monopolio de la razón absoluta.
A pesar de todas estas tesis hay quienes afirman que la ética es una concepción realmente racionalista del mundo que le reclama a la ciencia que sea racional y razonable al mismo tiempo, teniendo en consideración, que las opiniones se deben discutir ya que los sujetos tienen voz y ésta debe ser racional. Los seres humanos somos elementos sensibles y solubles que nos mezclamos y disolvemos en la humanidad de los otros, buscando la unidad a través de la razón.
Finalmente podríamos decir que cuando las culturas se unen salen de sí mismas, buscando la comunicación entre los hombres y es a través de ella que conseguimos una verdadera civilización; donde la ética es una concepción racional, realista del mundo; la ciencia responde y soluciona problemas, pero puede solucionarlos de manera meramente racional y no razonable.
La ética permanece en el ámbito de la filosofía donde comprende que las preguntas a las que responde son preguntas que nunca se cerrarán, son heridas que permanecerán abiertas, porque son las que nos mantienen, en último término, la excitación, la emoción, y la inquietud; que es lo que entendemos por vida.
Fernando Savater en su artículo “La Actitud Racional tiene un Fondo Moral….” , rememora a Einsten en el momento que aseveró que el verdadero enigma del universo es su carácter en parte racional, asegurando al mismo tiempo que la razón es nuestro destino y todas las culturas tienen una base racional.
Vale la pena destacar que los estudiosos de las ciencias han determinado que la razón es lo más humilde y modesto del mundo, y que se pasa la vida haciendo pruebas, contrapuestos y verificaciones en busca de los nuevos conocimientos en las diversas ramas áreas de la ciencia; mientras que ésta se encuentra convencida que se puede equivocar y permanente realiza pruebas creados nuevas experiencias y ratificando los viejos descubrimientos.
Al unir estas tres acepciones como ciencia, ética y razón, obtenemos un todo que nos involucra en el mágico universo de la investigación y experimentación; por lo que podemos definir cada una de ellas diciendo que la ética es una forma de realismo, la razón es nuestro destino como seres humanos, y la ciencia tiene carácter humilde, además que está plenamente convencida que en algunas oportunidades puede equivocarse; por lo que mantiene un ciclo de experimentación y verificación de nuevas experiencias.
La visión moral del mundo a través de la ética es una visión racionalista consciente en darse cuenta de la realidad de nosotros, busca la simplificación de la existencia puesto que nuestra realidad está sustentada en la de otros; así mismo la razón nos permite descubrir la realidad y la ciencia en su carácter ambiguo es un poder benéfico y al mismo tiempo un poder al que todos los seres humanos tememos.
Concienzudamente podríamos afirmar que el realismo racional nos ayuda a comunicarnos y hermanarnos con la realidad pretendiendo que la razón es lo más humilde y modesto del mundo, donde hoy la ciencia es buena y decimos que es buena por su característica racional dentro del cual experimenta, discute, saca conclusiones lógicas, verifica, nunca da nada por absoluto y se manifiesta sólo suficientemente segura mientras se busca otra realidad más fuerte.
El comprender el mundo en su realidad es también comprender el mundo moralmente, ya que el racionalismo es prudente y está convencido que nuestra realidad no es el conocimiento pleno y directo de las cosas; sino un acercarnos fragmentaria y tentativamente a la verdad después de muchos rodeos, equívocos y errores. Para esto debemos tener en cuenta que la ciencia razonable es aquella que comprende lo que se hace inteligible, comprensible, practicable y utilizable a través de lo que hay.
La razón debe delimitar la verdad entre unos aspectos y otros de acuerdo con los criterios de disentir de cada grupo de seres humanos que estén inmiscuidos dentro de una investigación, donde lo ético es que lo racional sea completamente razonable, aunque pudiese parecer un macabro juego de palabras.
No podemos dejar de lado la relación que existe entre la ética, la ciencia y la filosofía, donde podríamos decir que forman un triángulo perfecto, pues la filosofía no brinda soluciones a los problemas de nuestra vida cotidiana, sino que por el contrario brinda respuestas a problemas que no se cancelan, sino que siguen abiertos quizás por la ausencia de la razón que constantemente salta de un campo de verdad a otro distinto; destacando que lo bueno de la razón es que distintos seres humanos pueden llegar a las mismas conclusiones que otros, pues nadie tiene el monopolio de la razón absoluta.
A pesar de todas estas tesis hay quienes afirman que la ética es una concepción realmente racionalista del mundo que le reclama a la ciencia que sea racional y razonable al mismo tiempo, teniendo en consideración, que las opiniones se deben discutir ya que los sujetos tienen voz y ésta debe ser racional. Los seres humanos somos elementos sensibles y solubles que nos mezclamos y disolvemos en la humanidad de los otros, buscando la unidad a través de la razón.
Finalmente podríamos decir que cuando las culturas se unen salen de sí mismas, buscando la comunicación entre los hombres y es a través de ella que conseguimos una verdadera civilización; donde la ética es una concepción racional, realista del mundo; la ciencia responde y soluciona problemas, pero puede solucionarlos de manera meramente racional y no razonable.
La ética permanece en el ámbito de la filosofía donde comprende que las preguntas a las que responde son preguntas que nunca se cerrarán, son heridas que permanecerán abiertas, porque son las que nos mantienen, en último término, la excitación, la emoción, y la inquietud; que es lo que entendemos por vida.
La siguiente presentacion muestra la evolucion de la etica.
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