domingo, 20 de mayo de 2007

LA HERMENÉUTICA COMO MÉTODO



La búsqueda del origen de la hermenéutica, se pueden considerar desde tres puntos de vistas muy parecidos entre sí. En primer lugar, se tiene que el término hermenéutica proviene del verbo griego hermēneuein que significa declarar, anunciar, esclarecer y traducir. Por otra parte, se puede decir también que el término deriva del griego ermēneutikē, que significa ciencia o técnica.

Se considera que el término proviene del nombre del Dios Griego Hermes, el mensajero, al que los griegos atribuían el origen del lenguaje y la escritura y lo consideraban como patrono de la comunicación y entendimiento humano; lo cierto es que este término originalmente expresaba la comprensión y explicación de una sentencia oscura y enigmática de los dioses u oráculo, que precisaba una interpretación correcta.

La hermenéutica aplica el modelo interpretativo de los textos al ámbito ontológico. La realidad no es más que un conjunto heredado de textos, relatos, mitos, narraciones, saberes, creencias, monumentos e instituciones heredados que fundamentan nuestro conocimiento de lo que es el mundo y el hombre.

Tomando la anterior, se puede definir la hermenéutica como la ciencia y arte de la interpretación, sobre todo de textos, para determinar el significado exacto de las palabras mediante las cuales se ha expresado un pensamiento. Se puede decir, que es el resultado del simbolismo, lo cual no es más que un condicionante que no se puede suprimir al conocimiento humano; es por ello que si el mundo humano es simbólico, sólo cabe la interpretación, ya que el procedimiento hermenéutico se produce implícitamente en toda comprensión. La hermenéutica es un tema fundamental para cualquier estudio acerca del hombre.

Cuando se realiza un análisis histórico de la hermenéutica, se puede encontrar que representa un proceso contradictorio donde las distintas formas de interpretación y el reconocimiento de sus fundamentos siempre abren un espacio de contenido futuro. Por tanto, se puede establecer diferentes formas de utilizarla, dependiendo del contexto literario y filosófico en donde se practique.

La hermenéutica filológica, apareció como instrumento para los intentos humanísticos de redescubrir la literatura clásica, cuya tradición se establece en el romanticismo. Este arte de interpretación surge en Alejandría con la finalidad de establecer el sentido auténtico de los textos antiguos, particularmente los grandes poemas de Homero, oscurecidos por el tiempo.
Cuando se analiza la hermenéutica de la escuela alejandrina, se puede observar que sus interpretaciones se basan en la analogía, comparando de esta manera el lenguaje como la concordancia y el valor estético del texto que se esta estudiando con la finalidad de eliminar las contradicciones planteadas y de esta manera buscar la comprensión de la lectura. En esencia, lo que se busca es asumir de una manera implícita o explicita que las cosas no pueden quedar como están después de la interpretación.

Por otra parte, se presenta la hermenéutica en la teología, la cual se presenta coma una forma de interpretar la Biblia como texto, en busca del significado de la palabra y con la finalidad de develar su significado más profundo. Para comprender la hermenéutica teológica se debe establecer como principio primordial que los textos religiosos deben ser entendidos únicamente como textos que se dedican al problema de Dios como base de la existencia humana. El “Clavis” de Flacius (1567), es considerada la obra con mayor relevancia en la aplicación de la hermenéutica teológica, buscando establecer una interpretación de validez universal.
Flacius es el primer autor en establecer una conexión entre la interpretación gramatical y el significado del principio psicológico o técnico de la interpretación. Según este principio, Flacius interpreta los diversos pasajes de la Biblia. Por otra parte, el también es el primero en utilizar la hermenéutica, como un proceso metódico para la interpretación técnica, las enseñanzas heredadas de la retórica sobre la conexión interna de una producción literaria, de su composición y de sus efectos.

Otro enfoque que se tiene en la hermenéutica, es la manera como se utiliza jurídicamente. La hermenéutica jurídica se fundamenta en la conciencia histórica como concepto rector de trabajo, lo que significa, que se debe buscar comprender la tradición en el actuar jurídico para la aplicación de la ley. Todo juez si desea aplicar la ley de manera justa, está en la obligación de considerar la situación concreta a la luz de los criterios generales de la tradición y además tener presente el desarrollo histórico del caso que se está juzgando, se trata de un modelo que vincula lo particular con lo general.

El criterio de objetividad en la hermenéutica jurídica, no se establece únicamente con la experiencia circunstancial de quien comparte un testimonio en el momento, sino que también se exige un dialogo con el conjunto de factores dominantes en la historia, a los que se considerarán como transubjetivos, ya que permiten comunicar los distintos momentos de la época a través de una intercomunicación en el tiempo y la circunstancia particular de caso por interpretar.
En síntesis el modelo jurídico de interpretación hermenéutica, nos permite determinar que la interpretación dependerá de su adecuación a la temporalidad. Pues establecen un diálogo con la tradición, es sin duda uno de los principales accesos a la verdad y es una condición de necesidad de la metodología hermenéutica. Este dialogo deberá ser crítico para no quedarse "atrapado solamente en tradición". No es arbitraria esta reflexión ya que una de las condicionantes de la subjetividad en los procesos de conocimiento es su situación histórica-temporal, lo que significa la necesidad de escuchar al pasado. Por otra parte, se nos presentan la hermenéutica del lenguaje, la cual busca entender el sentido de las expresiones lingüísticas de acuerdo al contexto histórico y las formas de comportamiento de los individuos en sociedades.

La hermenéutica puede ser asumida a través de un método dialéctico que incorpora a texto y lector en un permanente proceso de apertura y reconocimiento. En este sentido, el texto ha de ser asumido -en el proceso de interpretación de discurso- en un permanente siendo; lo que permite homologarlo, desde el pensamiento de Zemelman (1994) con la realidad; ya que desde la perspectiva de él, ésta para ser captada ha de ser concebida como un proceso inacabado, y especialmente en permanente proceso de construcción. Por otra parte, y a modo de complemento, Ricoeur (1998:83) sostiene que: "En la medida que el acto de leer es la contraparte del acto de escribir, la dialéctica del acontecimiento y el sentido tan esencial a la estructura del discurso (.) genera en la lectura una dialéctica correlativa entre el acto de entender o la comprensión (.) y la explicación" .

El mundo no puede ser pensado como algo fijo o estático, sino como continuamente fluyente. La realidad siempre remite a un proceso, a un desarrollo en el tiempo, a un proyecto que nos ha sido transmitido y que nosotros retomamos. Por ello, entender el mundo es tomar conciencia histórica de la vertebración que se produce entre tradiciones y de la distancia que se da entre ellas. Como parte de una determinada realidad histórica y procesual, nuestra visión del mundo será siempre parcial, relativa y contingente.

El círculo hermenéutico es para Gadamer un límite a cualquier intento de comprensión totalitaria pero también es una liberación del conceptualismo abstracto que teñía toda investigación filosófica. Esta limitación traduce fielmente la realidad como un decir inconcluso y no acabado. Heidegger, sin embargo, concibe la circularidad de la comprensión más como una oportunidad positiva que como una limitación meramente restrictiva. A través de la facticidad y del lenguaje se produce el encuentro con el ser, que es el que, en última instancia, decide y dispone del hombre.

Para Heidegger la hermenéutica es una ontología, no un método ni una gnoseología. El Dasein, como parte del ser, es aquel que se pregunta sobre el ser, pero no lo crea ni lo constituye ni apenas puede describirlo. Esta postura es claramente contraria al subjetivismo propio de la filosofía moderna. Lo esencial es el ser, no el hombre.

La toma de conciencia del papel que juega la hermenéutica es lo que puede posibilitar que las ciencias humanas abandonen las falacias naturalistas para poder estudiar al hombre tal y como es, pluridimensional. Por lo tanto El hermeneuta es, por lo tanto, aquel que se dedica a interpretar y desvelar el sentido de los mensajes, haciendo que su comprensión sea posible y todo malentendido evitado, favoreciendo su adecuada función normativa.


Lilina, Maria Eugenia, Arlines y Doris

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